Cuando hablamos de mangas perturbadores es casi dar por seguro que se hablaran de títulos como “la vida diaria de Mai chan”, “Tokyo Redhood”, “Death Face”, “el caso de la estudiante en concreto” o algunos otros de los que ya hemos hablado por aquí en otras entradas. Títulos que si bien tienen sus dosis de perversidad, escenas extrañas y una brutalidad sin límites que impactan a la mayoría de los lectores, en mi opinión les falto mucho para ser algo más que morbo y poder colocarse como mangas que realmente valen la pena leer. NO LO SON.
Sin embargo, hoy vengo con ganas de hablar de un manga un tanto polémico que, a diferencia los anteriores, puede llegar a inquietarte sin la necesidad de saturarte en cada página de las típicas escenas de violaciones, golpes y destazamientos tan recurrentes que encontramos en los mangas más perversos que la mayoría conoce al dia de hoy. Así que veamos de qué se trata.